sábado, 17 de enero de 2009

Hoy no sale el Sol Parte 6

En busca del Romance
(Ojo, escribí Romance con R mayúscula)


Soñé que salía de viaje rumbo al norte, que pasaba por Texas, ese lugar lo visité a los ocho años y me divertí como loco.
Quiero volver a ir, en mi cuenta del banco ya tengo poco dinero, muy poco.
Casi todo se me ha ido en comprar cervezas, comida rápida, mis revistas tontas y mi marihuana ilegal.
Modestamente lo hice rendir, quiero sentirme joven de nuevo, viajar por aventura, irme con amor en el pecho, con amigos y sin destino.
Solo tengo un amigo: Gabriel, no sé si tengo amor en mi vida, mi vida no tiene destino, en eso sigo igual que de joven. Me vería muy “coqueto” aventurándome como joven a mi edad.
Aún tengo un poco de soñador, eso lo demuestra mi esperanza a creer que me espera algo mejor, aún a mi edad y como me veo.
Creo que si le cuento de esto a alguien me vería con tristeza, me dirían inmaduro, patán, mantenido, canalla.
Pobre diablo, unos cuantos insultos que me los guardo. No quiero ser como Gabriel, buscaré a Iris para arreglar mis dudas, lo intentaré de nuevo con Violeta.
Si es que vuelve, ¡qué fácil suena!
Cuando vuelvo a casa Paris me grita:
“Un Chat! Je veux un Chat!”
Ahora si le entiendo, esta niña quiere un gato y yo con mi bobo ánimo de rejuvenecido, sin pensarlo grito al fondo del departamento a Sergio que iré a pasear con Paris.
“aja”- Me contesta
Y me llevo a Paris a la tienda de mascotas, le compraré un gato, al menos si a alguien puedo hacer feliz lo haré.
Cuando entramos me mira, veo su gran sonrisa, salta emocionada, grita y corre por todos lados. Ve gatos de todos los colores y habla con ellos:
“¿tu te quieres venir conmigo?”
El trabajador del lugar se me acerca: “le entregamos certificado de autenticidad si se lo lleva, además le registramos con su nombre en un acta de adopción, su hija estará muy contenta”.
Escoge una gata fea que parece mapache, llora más que los otros animales.
“¿cómo se llamará amor?”-le pregunta el trabajador a Paris
“Salvador” – Le dice la insolente niña
“Es niña como tú”- Le dice el trabajador
“¡Salvador se va a llamar, es mía, no tuya!” – Paris le contesta
El trabajador me mira y sonríe, yo estoy desconcertado.
“¿a nombre de quién la nota?- Me pregunta
Sin levantar la vista y rascándome la ceja le contesto en voz baja:
“Salvador Platas” –Esta niña me asusta, le puso a su gata mi nombre.




Para Sócrates mi gato fantasma...
REmi

2 comentarios:

s. s. dijo...

"Esta niña me asusta, le puso a su gata mi nombre."
ja, me gusta, me gusta.

REmi dijo...

bueno
a mi
me asusta
jaja