domingo, 2 de noviembre de 2008

Paris no se lleva con el Sol (fragmento de)

Amor

Ella sentada completamente desnuda sobre mi persona.
Llorando con la cabeza mirando abajo. Su cabello le tapa el rostro, no quiere que la vea llorar. Extraña a su madre.
Tiene miedo: está sosteniendo relaciones con el que pareciera su hermano, conmigo. Yo la veo espléndida, sus senos aún no crecen lo que debieran, eso jamás pasa a los trece, pero en esta situación estamos. Somos dos chicos deprimidos que no saben lo que es ser amados, estamos hambrientos de cariño y por eso estamos haciendo esto mientras el abuelo salió de compras.
Hace una hora estábamos frente al televisor mirando nada, es época de nevada y los viñedos están muertos, el sauce mira melancólico al espejo blanco que es la tierra.
No se ve nada ni en el televisor ni por la ventana.
La chimenea está ardiendo y estamos cerca de ella, es más divertido mirar el fuego que el televisor. Tomamos una botella de vino y comenzamos a hablar sobre cosas tontas. ¿Has visto la leche cortada?-
-Si, parece semen-
-Eres un mentiroso, tú no eyaculas aún-
Entonces miré su clavícula, la cercanía al fuego había hecho que una gota de sudor se posara en sus comisuras, yo tenía sed.
Sed de ella.
Y me vio, se dio ese silencio que da el deseo, sentimos el impulso que da el sexo. Justo ese que da en la boca del estómago.
Y bebí de su clavícula, bebí de su ombligo, de sus labios, de su sexo, de su alma.
No me mira, está dominándome como siempre, a pesar de eso, esta es la vez que más susceptible la percibí hasta hoy. No me esconde nada.
Ni sus pezones rosados que se tensan sin el menor pudor.
Me besa en la boca, me toma del pelo como cuando de niños nos golpeábamos por cualquier tontería. Aún somos niños y no sé si esa fue una tontería.
Después terminamos con la cabeza al techo y el pudor volviéndonos a la cabeza.
Tapados hasta el cuello con la sabana que apareció de la nada, callados, esperando que alguno de los dos diera el primer paso a romper el silencio, esperando que alguno de los dos se levantara y se vistiera.
Esperando que el tiempo nos dijera qué pasa después del sexo.

4 comentarios:

gErAL* dijo...

bbyy t amooo total!! eii siempree decimoss q nos veremoss i nunca lo hacemoss jaja q pasa! jaja sbs no se ni q es stoo pro lo hizee pra ponertee unnn recadiiitou! ajaj amooo todo lo q escribes! jaja y asi t mando un besoteee y un abrazootee cuidatee

REmi dijo...

quizá estamos ciegos
jajajaja
ojala que todo vaya bien geral
que se resolviera tu asunto
de verdad lo deseo

La poupée dijo...

Las letras transforman, con ellas puedo sentir lo que hasta ahora no he vivido.
Saludos.

REmi dijo...

las letras transforman solo en el sentido de crear imaginativa.
Que con eso basta y sobra.
Lo que hace que vivas cosas que noo has vivido aún es tu simple forma humana, todas las cosas que sabemos se adaptan a nuestras posibilidades son, por lo tanto nuestra naturaleza.
Gracias por leer.