lunes, 3 de noviembre de 2008

Cuando se va y viene la marea...

Un sueño se apodera de mi constantemente, dice que se muere algo en mi, si no es que muerto ya estoy; un bonito aparador me rodea, pero yo no me quedo ahì.
Es plenicota ahora mismo, nadie escucha, quiero dormir y no me acuesto, sigo de pie mirando cosas que no quiero, con el cuerpo completamente molido. Con el alma igual, sigue, sigue, ojala que mis ojos se cegaran, ojala que nunca hubiesen visto. Ojala que mi corazòn no latiera tan fuerte, tan ràpido, tan audible.
Ojala que alguièn màs estuviera acà a mi lado para discutir por cualquier pendejada, sin remordimientos decirle las cosas màs horribles y despuès sentir el hueco en el estòmago de que quizas me equivoquè.
Ojala que siquiera Genovevo siguiera vivo hoy para ir a verlo y mientras miro al techo le cuento a alguièn que jamàs desarrollò sentido del oìdo.
Evoluciòn que siempre estuvo en mi contra y hoy no es distinto.
Distinto quizas soy hoy, al de ayer y antier (o ante ayer), el mismo de fàbrica, distinto de vuelo, con pintura cambiada, devaluado como auto recièn salido de agencia. Salì de algùn sitio yo tambièn, pero esas son historias de las que el escritor jamàs escribe pues son demasiado vagas, tan poco importantes, tan fomes, que jamàs valdrà la pena gastar tinta para ello. O puede que no se cuenten porque la intenciòn de creador sea solo hacer una imagen mìtica de quièn quizà si se supiera un poco màs no serìa nadie.
Nada:
Mucho se usa esa palabra como el bastante, esas palabras nadie las sabe usar, a veces cuando alguièn las usa (repito, generalmente mal) no digo nada, sè que lo hizo mal la mayorià de las veces y tengo ganas de irme de pena que me da.
Nada.
Mucha gente en el mundo es nada, entre ellos yo estoy consiguiendo la alquimia para serlo, quizà esa inmensidad me enseñe quièn soy en verdad. Todo se escribe de algùn modo distinto:
tictac, terterter, blablabla, fshyy, etcètera.
Pero la nada no se puede escribir de otro modo que con esas cuatro letras.
Jamàs comprendì cual es el sonido del silencio que no aborde la inequidad que dan los sìmbolos (presencias de la ausencia)que a veces parecen ademàs demasiada trampa.
Uno se puede perder en el tv, tambièn, uno puede desaparecer como Houdini cuando no tiene nada que decir; cuando el tiempo se agota en cuestiones ciegas e imperceptibles, cuando uno hace cosas que quiere y no debe, cuando uno esta drogado, tomado, divertido, morboso, sexoso, o quiza dormido.
Es uno de esos terribles sueños en los que uno se ve recostado y un minuto despuès despertando con dolor de cuello, de esos que ni caso tienen, que no debieran existir.
Entonces despierto y me pongo a pensar un poco el algo que no es tan ameno, pero cabe decir que la certeza de esta situaciòn se me vino justo cuando estaba en uno de los lugares màs amenos que conocì hasta hoy: una casita de tè a la que me guiò una asistente de artista que me hizo pensar por un momento que quizà mis trabajos no sean tan geniales; (saludos y no por regresarlos solamente de verdad) un tè delicioso, harto exquisito, del que puede me volverè adicto en està època.
La certeza es esa de que ya no me importa o no me da tiempo el pensar en còmo me veo, solo me veo y voy, y vengo, no sè si sea malo eso, pero gusto no me ha dado.
Es que una cosa es la superficialidad y otra la banalidad, aquello superfluo no debe necesariamente un tributo o boda con lo vano; ahì me preocupo entonces (lo acepto) al pensar que en estos dìas me quedo vano y no soy superfluo.
Si.
Sin saber entonces en què punto estoy.
Aunque eso si: me quedo con el tè que quizà llene mi banalidad de nuez falsa y entonces, eligirè algùn sabor en especial para que todo yo sea un tè.
¡¡¡Ad hoc!!!

2 comentarios:

s. s. dijo...

saludos bien recibidos...
interlocutor, la otra parte, la que hace posible el diálogo, el hablado, por lo menos; te propogno ese trabajo, para que lo nombres en tu presentación no-curricular; hablemos luego de los términos de paga...

REmi dijo...

interlocutor.
suena mejor que cualquier otro nombrecito de los que me pudieran poner en algún trabajo.
Sería bueno poder ponerlo en mi curriculum. Tan solo para alardear de que no soy un mal interlocutor
jajajaja