miércoles, 16 de diciembre de 2009

Debe ser la noche.

Se le ve desde distante hace unos días- Dice el doctor Mark Sept.
Al parecer todo lo que hace es dormir en el día, despertar en la noche y se queda inmóvil en la banca central del patio; no dice, ni hace nada, ni siquiera se mueve. Me preocupa su estado.- Agrega Rick Mikaels, el guardia nocturno australiano.
Si usted logra verlo, de día el sueño que lo consume es perturbador, mírelo, apenas es perceptible su respiración. Parece...-
¿Muerto?-Agrega el alienista recién llegado de Madrid.
Así es-Termina Mark Sept.
¿Podría dejarnos solos?- Dice el alienista Victor Empte.
No lo creo recomendable señor Victor, hace una semana intentó matar a la mucama con un cordón, sería peligroso-Dice Rick Mikaels.
No importa, muchas veces traté ya con estas criaturas olvidadas de Dios-
Está bien, pero cualquier cosa no dude en gritar, estaré cerca señor Victor- Asevera Rick el guardia.
Victor deja su maletín misterioso en la mesa empotrada al piso de azulejo frío y se acerca al enfermo que reposa tirado en posición fetal, sus pasos suenan en todo el cuartito y producen un eco que pareciera está acompañado de muchas personas más.
Cuando se acerca a unos centímetros del enfermo percibe un aroma extraño, casi nauseabundo que parece reconocer pero no logra ubicar de momento.
Bien Samuel, me han dicho que no padeces de ninguna enfermedad al menos conocida, tu memoria está bien, tus actitudes parecen ser normales ano ser de lo de la mucama y de tus actividades nocturnas. ¿Cómo te sientes?-Pregunta Victor.
Con sueño, déjeme dormir por favor-Contesta Samuel el enfermo.
Con mucho gusto, solo contésteme: ¿por qué duerme todo el día?-
Es algo que no puedo decirle porque va a pensar que estoy loco-Contesta Samuel y le da la espalda aún tumbado en el suelo.
No crea, yo jamás creería que usted está loco, si vine aquí es porque quiero ayudarle su familia está muy interesada en que reciba la ayuda médica adecuada.-
No quiero contestarle-Termina tajante Victor.
Por favor, no me haga usar métodos poco civilizados-Dice Victor y finalmente atrae la atención de Samuel que lo mira desde el frío piso.
Quiero agua-Dice Samuel y se sienta.
Victor grita al guardia por agua que la trae de inmediato y la acerca temeroso a Samuel.
Vayase por favor-Dice Victor.
Bueno, entonces me contaba-
Mire, lo que sucede es que este no es mi cuerpo, me hace falta acostumbrarme a esta nueva corteza, me es dificil entender sus reglas, esta ropa me incomoda, no sé cómo usted puede traer ese saco sin sentirse incómodo-
Si, bueno, es algo incómodo en realidad, pero, ¿si usted no es Samuel,quién es en realidad?-
No soy un alguién, soy un qué.-
¿Cómo está eso?-
Si mire: no soy otra persona, soy un algo, y de algún modo Samuel se quedó adentro de lo que yo soy-
¿Y qué es usted?-
Un árbol señor doctor-
¿Un árbol?, ¿Pero cómo?-
Yo mismo me lo pregunto, un día Samuel estaba paseando, con mal de amores por el patio y se sentó a llorar en mi lecho, me contó su triste historia de amor.-
¿Y lo de la mucama?-
Esa mujer avienta agua con cloro a mis raíces, no tiene idea de cuánto duele, ya le traía unas ganas...-
Entiendo-
¿Y Samuel qué dice?, ¿puede hablar con él?-
Si, y me dice que no me devolverá mi cuerpo, que está muy feliz ahí.
Dios santo...

REmi

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