miércoles, 18 de noviembre de 2009

Le soleil est pres de moi

Jean No tiene nada más qué hacer.
Se sienta viejo y sucio, se siente cómodo.


Desde joven me han enseñado a confiar en mi. ¿Qué es uno?, ¿Quién es uno?


Que cambia sin hacerse más bello como las orugas; que se hace viejo, malvado y apático.
Jean Piag Está tirado bajo el Sol-¿has visto cómo los ojos de los viejos tienen una opacidad nostálgica?- es que se están muriendo.





Y él está tirado en posición fetal. Sin cabello, lleno de polvo en el corazón.
Llenos de tierra sus pies.
En silencio busca a Dios en el cielo. Para eso son la iglesias -dice su conciencia-
pero no, Dios está en el cielo, no en las iglesias.
En los últimos días esta tierra se está secando.

Al igual que los ojos de Jean Piag Soulé.

Un viento helado cubre su rostro quemado por un Sol invernal.
Y mira al cielo. No quiere ni pensar de dónde viene.
No quiere ir a ningún sitio.

¿dónde nació Dios si nosotros lo creamos?

Casi escuha Jean Piag el sonar de las campanas de la iglesia. Se toca su blanquecina barba y saborea el cielo.
Suspira profundo.

De pronto nadie ve a Jean.
Se va.
Casi escucha el sonar de las campanas.


Desde joven aprendí a no confiar en nadie

¿Soy alguien?

El Sol detrás de él.



ikedelaspalabras.blogspot.com

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